Las sanguijuelas en la terapia veterinaria -

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La saliva de las sanguijuelas medicinales, por ejemplo Hirudo medicinalis e Hirudo verbana, utilizadas habitualmente en hirudoterapia, contiene más de 100 sustancias bioactivas con diversos efectos terapéuticos, como propiedades anticoagulantes, vasodilatadoras, trombolíticas, antiinflamatorias y anestésicas.

Recientemente, las sanguijuelas se han utilizado con gran éxito en medicina veterinaria para tratar muchas enfermedades animales, sobre todo en perros, gatos y caballos.

Las indicaciones más comunes para el uso de sanguijuelas son la displasia de cadera y codo, la artritis aguda y crónica, las enfermedades asociadas a la inflamación de los tendones, ligamentos y fascia, las enfermedades de las vértebras y el tratamiento de cicatrices.

La terapia con sanguijuelas es un procedimiento indoloro que dura una media de 30 a 120 minutos, dependiendo del tamaño del animal.

Todas las sanguijuelas utilizadas en procedimientos médicos deben proceder exclusivamente de explotaciones ecológicas certificadas.

Mantener condiciones estériles para el cultivo, transporte y almacenamiento de sanguijuelas médicas es muy importante para proteger a los animales de infecciones microbianas.

La hirudoterapia se utiliza con éxito en medicina veterinaria, sobre todo cuando los tratamientos tradicionales no son eficaces, cuando los efectos del tratamiento son demasiado lentos o después de una intervención quirúrgica, cuando los tejidos pueden verse amenazados por la congestión venosa.

Un poco de historia

Las sanguijuelas se han utilizado para tratar ciertas enfermedades desde la antigüedad.

La hirudoterapia evolucionó a lo largo de los años, alcanzando su máxima popularidad en Europa entre 1825 y 1850.

Desde hace varios años, se ha renovado el interés por el uso de sanguijuelas, sobre todo en el tratamiento de las complicaciones congestivas tras la cirugía plástica y reparadora.

La hirudoterapia se utiliza cada vez con más éxito en medicina veterinaria, sobre todo cuando el tratamiento tradicional no es eficaz o los efectos del tratamiento son demasiado lentos.

La principal indicación de la hirudoterapia es la necesidad de salvar tejidos cuya viabilidad está amenazada por la congestión venosa.

En Polonia, aunque algunas clínicas ofrecen el tratamiento con sanguijuelas, pocos propietarios de mascotas están interesados en este método de tratamiento.

La hirudoterapia suele aplicarse cuando todos los demás métodos han fracasado, pero esta forma de tratamiento segura y eficaz está llamada a ser cada vez más popular en la medicina veterinaria.

Biología de las sanguijuelas medicinales

Las sanguijuelas son gusanos anélidos segmentados, hermafroditas y chupadores de sangre que son parásitos externos permanentes o temporales de muchos animales como peces, anfibios, aves acuáticas y mamíferos, incluido el hombre.

Las sanguijuelas medicinales pertenecen al orden Arhynchobdellida, familia Hirudinidae.

De las 650 especies de sanguijuelas descritas en el mundo, sólo 15 están clasificadas como sanguijuelas medicinales.

En Europa, tres especies de sanguijuelas, Hirudo medicinalis, H. verbana y H. orientalis, se dan en estado salvaje, pero sólo H. medicinalis es una especie legalmente protegida en esta región. En la actualidad, H. verbana es la especie más comúnmente disponible en granjas comerciales de sanguijuelas autorizadas.

 

La sanguijuela medicinal europea habita estanques de agua dulce con abundante crecimiento de maleza en climas templados.

Ocupa la zona arbórea caducifolia desde Gran Bretaña y el sur de Noruega hasta el sur de los Urales, y probablemente hasta los montes Altai.

La sanguijuela medicinal tiene un cuerpo cilíndrico, aplanado dorsoventralmente, dividido en 33 ó 34 segmentos.

Los miembros de este grupo miden hasta 20 cm de largo, tienen 5 pares de ojos en la cabeza y buscan a su huésped mediante un sistema olfativo.

Las sanguijuelas adultas tienen una gran ventosa posterior, que utilizan para arrastrarse, y una ventosa más pequeña en la cabeza que encierra una boca con tres mandíbulas.

Estas mandíbulas contienen pequeños poros y células glandulares a través de los cuales se libera material salival en la herida del huésped.

La saliva segregada por las sanguijuelas medicinales contiene más de 100 sustancias bioactivas, entre ellas hirudina, hialuronidasa, calina, desestabilasa, eglina y bdellina.

El tracto intestinal de las sanguijuelas consta de boca armada, faringe y esófago, con buche, estómago, intestino e intestino posterior.

Después de alimentarse, la sangre se almacena en los divertículos laterales del buche, que tiene 10 pares de bolsas laterales, los ciegos del buche y un par de ciegos posteriores del buche para proporcionar espacio de almacenamiento adicional.

Durante la ingestión, la sangre se mezcla con secreciones anticoagulantes.

Las sanguijuelas pueden ingerir una cantidad de sangre cercana a 10 veces su propio peso y puede que no necesiten alimentarse hasta un año después de su última comida.

Las células sanguíneas se concentran mediante la excreción del plasma de la sangre ingerida.

Pueden almacenarse durante varios meses y son digeridos por bacterias simbióticas que viven en el buche y el intestino de las sanguijuelas.

El desarrollo embrionario completo tiene lugar dentro de un capullo y consta de dos etapas vitales distintas, criptolarva y juvenil.

En el medio natural, los huevos de los capullos se depositan en la tierra húmeda de las orillas de los estanques habitados.

Tras abandonar el capullo, las sanguijuelas juveniles deben entrar en el medio acuático, donde crecen alimentándose de la sangre de animales acuáticos.

Sanguijuelas en medicina

Las sanguijuelas se han utilizado con éxito en medicina humana y veterinaria porque producen un gran número de sustancias terapéuticas.

Uno de los más importantes es la hirudina, conocida por sus potentes propiedades antitrombóticas.

En 1950, el alemán Fritz Marquardt aisló una proteína de H. medicinalis a la que llamó hirudina, y demostró sus propiedades inhibidoras de la trombina.

La hirudina sigue considerándose el inhibidor natural más potente de la trombina, gracias a su gran afinidad por la proteína.

El efecto activo de la hirudina se basa en las sinergias con otros componentes de la saliva de sanguijuela, como la antistasina y el ghilanten, que son potentes inhibidores específicos del factor Xa de la coagulación sanguínea.

La bdellina es una sustancia que ejerce un efecto antiinflamatorio al inhibir la proteasa implicada en la propagación de la inflamación.

La hialuronidasa, una enzima con propiedades antibióticas que descompone el ácido hialurónico, facilita la penetración y difusión de sustancias farmacológicamente activas en los tejidos.

Otras sustancias importantes producidas por las sanguijuelas pueden ser las que reducen la viscosidad de la sangre y tienen propiedades anticancerígenas.

Además, las sanguijuelas producen una serie de neurotransmisores importantes como la dopamina, la serotonina, la acetilcolina y la encefalina, que reducen la percepción del dolor del paciente y tienen un efecto relajante en todo el cuerpo.

El espectro de actividades farmacológicas de la saliva de sanguijuela es ya muy amplio, y se están estudiando otros compuestos terapéuticamente activos mediante la tecnología del ADN recombinante.

Las empresas farmacéuticas buscan ampliar su repertorio de componentes salivales de sanguijuelas como anticoagulantes.

   

Mantenimiento y cuidado

Las sanguijuelas utilizadas en el tratamiento de personas y animales deben proceder de granjas especializadas certificadas para fines médicos.

Está absolutamente prohibido recoger sanguijuelas en su entorno natural, ya que pueden estar contaminadas por virus, bacterias, hongos e incluso parásitos.

No es posible garantizar que las sanguijuelas recogidas en el medio natural no se hayan alimentado previamente de sangre de animales infectados.

Tras el transporte desde las granjas de cría, sólo deben elegirse animales sanos y vitales.

Las sanguijuelas deben ser móviles, flexibles y sensibles al tacto del terapeuta.

Deben conservarse en recipientes de cristal o cerámica con cerradura, con agua no clorada que debe cambiarse semanalmente en invierno y dos veces por semana en verano.

El volumen de agua por animal no debe ser inferior a 0,7 litros, con generalmente 10 a 15 sanguijuelas en un frasco grande.

Los animales deben mantenerse sin comida a una temperatura de 4-13°C.

Procedimiento de hirudoterapia

Fig. 1

Las sanguijuelas tienen una amplísima gama de aplicaciones en medicina veterinaria.

Los pacientes más comunes son perros, gatos y caballos, pero incluso los animales de granja pueden tratarse con sanguijuelas.

Los tratamientos de hirudoterapia deben ser realizados por hirudoterapeutas cualificados.

Los pacientes reciben entre una y siete sesiones de tratamiento, en función de la enfermedad tratada.

El número de sanguijuelas aplicadas durante una sesión de tratamiento depende de la especie, el tamaño y las características individuales del paciente.

Por lo general, se aplica una sanguijuela por cada 10 kg de peso corporal del animal, mientras que en el caso de los caballos se utilizan de 5 a 15 sanguijuelas por animal.

El terapeuta coloca las sanguijuelas en los lugares afectados (Fig. 1), tras lo cual la sanguijuela perfora la piel del huésped con sus tres afiladas mandíbulas, dejando una herida en forma de Y.

Como la saliva de la sanguijuela también contiene un anestésico que impide que el animal sienta la picadura, los animales parecen permanecer tranquilos.

La sanguijuela debe permanecer en la piel hasta saciarse, lo que suele tardar de 30 a 60 minutos en perros y gatos y de 40 a 120 minutos en caballos.

Cuando la sanguijuela se cae, la hemorragia continúa en el lugar de la picadura, lo que forma parte de la terapia.

Esta hemorragia no debe inhibirse durante unas horas, con la consiguiente pérdida de 50 ml de sangre.

Una vez detenida la hemorragia, el terapeuta trata la zona con vendas.
Indicaciones y contraindicaciones

El uso de sanguijuelas en medicina veterinaria tiene las mismas indicaciones que en medicina humana.

El uso de sanguijuelas en animales está indicado en casos de congestión venosa y coágulos sanguíneos, sobre todo tras intervenciones quirúrgicas, traumatismos ortopédicos, amputación de miembros y castración de machos, así como mala cicatrización de heridas.

El rescate de colgajos de tejido cuya viabilidad se ve amenazada por la congestión venosa es la principal indicación de la sanguijuela.

Para el cirujano dermatológico, el leeching puede ser útil en los casos en que los colgajos de piel pueden perderse debido a la obstrucción del flujo venoso.

En los animales, las sanguijuelas veterinarias también pueden utilizarse en casos de displasia, afecciones inflamatorias o lesiones de tendones, fascias o vértebras, entre otras.

La tabla 1 presenta una lista de enfermedades en diversas especies animales para las que está indicado el uso de la hirudoterapia.

La hemofilia y los problemas de coagulación sanguínea son contraindicaciones absolutas de la hirudoterapia, al igual que la anemia, las infecciones agudas, las enfermedades que causan inmunosupresión, el embarazo, los trastornos hemorrágicos, el cáncer de piel y las enfermedades cutáneas fúngicas.

Se sabe que Aeromonas veronii bv. sobria, una especie bacteriana Gram-negativa, vive en simbiosis en el tracto digestivo de H. medicinalis, produciendo enzimas que permiten la digestión de las comidas de sangre.

Tabla 1. Principales indicaciones de la hirudoterapia veterinaria

Perros Gatos Chevaux
- herida postoperatoria

- artrosis vertebral

- discopatías

- síndrome de la cola de caballo

- displasia de cadera y codo

- neuritis

- eczema de oído

- mala cicatrización de las heridas

- cicatrices posquirúrgicas

- tendinitis

- tenosinovitis - mastitis

- herida postoperatoria

- discopatías

- eczema

- abscesos

- ligamento roto

- displasia de rodilla

- inflamación de la rodilla

- neuritis

- mastitis

 

 

- bulto de lodo - laminitis

- tendinitis

- tenosinovitis

- ataxias

- miositis

- artrosis vertebral

- artritis en la articulación del hombro

 

 

 

Este organismo se observó en 88% infecciones de sitios quirúrgicos notificadas tras tratamiento médico humano con sanguijuelas, probablemente debido a la transmisión de A. veronii bv. sobria desde el tubo digestivo de la sanguijuela.

Estudios genéticos recientes han demostrado que las infecciones bacterianas diagnosticadas inicialmente como causadas por A. hydrophila eran en realidad causadas por A. veronii bv. sobria.

Algunos autores sugieren que el riesgo de infección puede reducirse empapando las sanguijuelas en clorhidrato de clorhexidina 0,02 % durante 10 a 15 segundos antes de la aplicación a la herida, o aplicando antibióticos parenterales profilácticos al animal antes de la aplicación de las sanguijuelas.

En casos muy raros, puede producirse irritación cutánea local o anafilaxia con la hirudoterapia veterinaria.

Los beneficios potenciales de la hirudterapia superan con creces los riesgos asociados a la infección de la herida.

Los resultados de la terapia son rápidos y aportan beneficios tangibles a los pacientes.

El tratamiento con sanguijuelas es relativamente barato y seguro, y a menudo resulta ser la mejor solución cuando fracasan los tratamientos convencionales.

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